Foto: www.guiafe.com.ar
Foto: breedsdogs.blogspot.com
- ¡No me diga! ¿Y cómo lo sabe usted?
- Porque lo he visto. Los han traído en jaulas los de Medio Ambiente. Por lo menos, ocho.
- ¡Qué barbaridad!
Este diálogo tuvo lugar entre un pastor de Siles y un servidor allá por 1986. El Parque Natural estaba recién declarado y corrían los rumores más alucinantes. Al pastor me lo encontré en pleno monte, me debió ver la cara de madrileño recién llegado a la comarca y debió pensar que un pastor que permanece junto a sus ovejas -impasible el ademán- en un terreno infestado de lobos, siempre será objeto de admiración por parte de un pálido urbanita.
Años atrás, en los tiempos del ICONA, era una leyenda extendida por muchas zonas rurales españolas que estaban soltando culebras vivas desde avionetas para dar alimento a las rapaces.
Viene esto al caso del patético asunto de la supuesta leona avistada en los montes de Tarragona, que ha provocado gran alarma social y una inusitada movilización de captores y periodistas.
Una vez abatido el monstruo, ha resultado no ser una leona, sino un perro asilvestrado, cosa bastante más previsible. Los que lo abatieros han dicho que era algo parecido a un dogo de color canela, similar al que veis en la foto. Que es un morlaco, la verdad, pero cuyo único parecido a una leona es que ambos tienen rabo.
La gente de por aquí recordareis que hace pocos años la Sierra de Segura tuvo su momento de gloria en los medios de comunicación porque dos pescadores aseguraron haber visto nada menos que un cocodrilo en el embalse del Guadalmena, organizándose el consiguiente operativo de búsqueda.
Ah, y conozco a una persona de la vecina comarca del Condado que asegura haber visto, viniendo en coche a trabajar aquí, ¡un oso hormiguero!
- ¿Y por qué sabes que era hormiguero?
- Por la trompa.
- Claro, claro.
En fin, la naturaleza “exterior” siempre ha sido terreno abonado para todo tipo de leyendas, visiones o simples trolas, al compás del miedo, el desconocimiento o el interés en que corran determinados bulos.
Así que si eres grandote, buen mozo, estás de travesía solitaria por la montaña en época de nieves, vas bien abrigado, y tienes un día tonto de esos que no te apetece hablar con nadie, la vas a liar parda. Te van a confundir con el Yeti y te van a dejar tieso. Se siente, haber llevado puestos los cascos del MP-3 y te hubieran identificado como humano.
Aunque, ¿quién ha dicho que al Yeti no le gusta el rock?
Imagen: www.patchtogether.com
Jejejje... muy graciosa la entrada. Desde luego cada x tiempo aparecen confusiones de este tipo en prensa, también hay que entender que con tanto programa tonto en la tele hay rellenar los minutos televisivos con las noticias más absurdas.
ResponderEliminarSe me plantea una pregunta... al final, realmente era necesario abatir al pobre chucho??