Fotos: Javier Broncano
Con la primera avanzadilla del invierno, que ha cubierto de nieve las alturas de la Sierra, el olmo de montaña (Ulmus glabra) comienza a liberarse de sus hojas para afrontar con eficacia la época fría.
Cada encuentro con un olmo de montaña es un pequeño acontecimiento, porque sus ejemplares son escasos y aislados, acantonados en riberas y fondos de barrancos. Necesita cierta humedad y frescura. Por eso es precisamente en nuestro Parque Natural donde tiene el límite Sur de su distribución europea. El de la foto está cerca de Huelga Utrera.
Hola Javier! Me gustan mucho tus fotos de las hojas de olmo, a mi a esta especie me gusta, mejor, llamarla: Ulmus montana. Estupendas esas notas en tu cuaderno de campo.
ResponderEliminarCasi ausencia o muy corto el peciolo en las hojas, quedando oculto por la base asimetrica de esas características hojas.
Ya nevó en la Sierra de Segura... me escaparé a disfrutar de esos paisajes, muy pronto.
Un abrazo!
Tienes razón, se denomina tanto "glabra" como "montana", ¡a ver si los botánicos, siempre quisquillosillos, se ponen de acuerdo!
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