viernes, 1 de julio de 2011

El Yelmo, el gigante derrotado de la Sierra de Segura













































Cumbre el El Yelmo - Fotos: Javier Broncano

Cuando llegué para habitar en esta Sierra, subir al Yelmo andando de vez en cuando era un rito, un peregrinaje. El Yelmo es un lugar gozoso por las panorámicas que se disfrutan y porque es todo un símbolo de la Sierra de Segura. Desde hace algunos años, sin embargo, el Yelmo ha pasado a ocupar el último lugar en la lista de cumbres serranas a las que a uno le puede apetecer subir.  Y es que la sensación que se tiene arriba es agridulce: El Yelmo es buen sitio para mirar, pero mal sitio para estar.

No lo digo, por supuesto, porque se haya convertido en un lugar frecuentado por los amantes del vuelo libre, para quienes se  dispusieron un par de despegues y se asfaltó el acceso hasta la cumbre. La promoción de este deporte en la comarca ha sido un acierto que nunca agradeceremos bastante a quienes fueron sus pioneros. Tampoco me parece mal que el Yelmo haya sido el lugar escogido para instalar numerosos repetidores de telecomunicaciones. Es evidente que en algún sitio tienen que estar, y seguramente el Yelmo es el más adecuado desde el punto de vista técnico.

El problema es cómo se ha desarrollado el pequeño “complejo de telecomunicaciones” del Yelmo. Sólo hay una palabra para describirlo: caos. Simplemente, cada empresa ha llegado y ha montado su instalación en el lugar y de la manera que le ha parecido oportuno. No se han molestado lo más mínimo en tomar medidas que atenúen su impacto ambiental. Ni nadie parece habérselo exigido, a pesar de estar en un Parque Natural y de que El Yelmo es un monte público propiedad de la Junta de Andalucía.

Estas infraestructuras resultan inevitablemente agresivas, pero se puede, como mínimo:
-          ordenar su emplazamiento
-          enmascarar algunas de sus instalaciones
-          suprimir el ruido y el olor a gasoil de los generadores de energía

Además, en El Yelmo se debe derribar alguna edificación en desuso y hacer diversas actuaciones de limpieza y adecuación de las instalaciones al entorno, dentro de lo posible.

Sería absurdo pretender que El Yelmo vuelva a ser lo que fue, pero sí es exigible que se le tenga un respeto. Al Yelmo hay que devolverle su dignidad como montaña en lugar de considerarlo simplemente como una plataforma de comunicaciones y  un lugar que proporciona ingresos turísticos durante los días que dura el Festival Internacional del Aire.

Aún con repetidores, despegues y asfalto, El Yelmo debe seguir siendo, como siempre, ese lugar adonde uno conduce con orgullo a sus amigos y, sobre todo, uno de los signos de identidad más compartidos por los serranosegureños. Sí, la montaña a la que Don Francisco de Quevedo dedicara su poema "El Yelmo de la Sierra de Segura (Monte muy alto al Austro)", cuyas primeras estrofas decían:

O sea que olvidado,
o incrédulo del caso sucedido,
o mal escarmentado,
¡Oh peñasco atrevido!

Llevas a las estrellas frente osada

de ceño y de carámbanos armada;
debajo de tí truena,
que respeta tus cumbres el verano,
y allá en tus faldas suena
lluvioso y tierno caño;
y donde eres al cielo cama dura,
das a Guadalquivir cuna en Segura.

Por de más alto vuelo

te codiciara el águila gloriosa,
pues arrimado al cielo,
lo que no pudo él osa.
Sobre Olimpo nos muestras por momentos 
las determinaciones de los vientos.
(...)

















Monumento a Jorge Manrique en Segura de la Sierra con El Yelmo al fondo
Foto:  Antonio Somoza

6 comentarios:

  1. El Yelmo se ha convertido efectivamente en en lo que tú dices, no se ha respetado en ningún momento ni la singularidad, ni el simbolismo, ni el impacto visual ni medioambiental. Desde luego que a veces me pregunto qué pasa en el PN con actuaciones como esta, la línea de alta tensión, el urbanismo descontrolado dentro del parque, la subcontratación del aprovechamiento maderero y de la limpieza del monte, la ausencia de educación y sensibilización medioambiental como eje fundamental en el territorio, etc.

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  2. La proliferación de torres y antenas en El Yelmo ha seguido una insidiosa y tenebrosa senda, aparejada curiosamente al incremento de despachos y cargos en "las vacas gordas". Desde allí, sin visión ni luces de futuro, han ido surgiendo permisos para el descalabro."Una a gasóleo y decibelios insoportables para cierta operadora de móviles (avance sublime de los noventa),tras la inmensa primera de Telefónica"; otra "virguera" tipo Mazhinguer Z, de 50 metros, para un sólo canal de tv (cuando las teles estaban a 400 metros). Las empresas y servicios allí radicados podrían haber destrozado también Ubeda, Baeza, Alcaraz o Infantes; lo que pasa es que alguien con cierto criterio ha intervenido, no sin vocerío del pueblo llano. Y uno que lleva décadas quitando "detritus", por no decir otra cosa más vulgar, de esos montes serranos, después de emisiones y artículos sobre impactos y efectos de esta desidia (lindo está el país entero por las dichosas torres, incluida la no utilizada de Salfharat), tras clamar por la preservación de este paraje singular, duele el asunto sobremanera porque como dices, Javier, técnicamente era posible unificar y compartir infraestructuras. Un ejemplo es el de la radio, que ha facilitado su modesta ubicación para la próxima llegada de la banda ancha a aldeas y núcleos de difícil acceso. Entre los excesos de acero ahí arriba, muy dañinos, parecen seguir PN, FIA, GDR, CIT... incluso la llegada de cenizas postreras de enamorados de El Yelmo a este bello lugar para el descanso. ¿Por cuánto tiempo?. Ciertos corazones empiezan a no soportar más tanta contradicción. En este mismo foro habéis comentado alguna vez "lo que costará en el futuro arreglar todo esto".

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  3. Gracias por tu aportación Ricardo, sobre todo porque desde Radio Sierra conocéis bien el tema. En el destrozo de la cumbre del Yelmo hay diversas instituciones y empresas implicadas, pero la responsabilidad final es de la Consejería de Medio Ambiente, por ser la que tiene que dar los permisos en el Parque y por ser la Junta de Andalucía la titular del monte de El Yelmo. El abandono de El Yelmo por parte de la Consejería es clamoroso, porque ante los intereses de las grandes empresas de telecomunicación ha optado por desaparecer.

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  4. El generador y el depósito de gasoleo que mencionas, hace dos años que se retiraron. La verdad es que molestaban muchísimo.

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  5. Bueno, no mencionaba ningún generador ni depósito en concreto, pero lo cierto es que sigue habiendo ruido de motores y olor a gasoil.

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  6. si ves que tal se quitan las antenas, y volvemos para atras en el tiempo sin television ni telefono

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