jueves, 23 de diciembre de 2010

Miradores convertidos en gallineros: un patrimonio maltratado

















Cumbre de Peñalta - Foto: Javier Broncano

 















Caballo Torraso - Foto: Javier Broncano
 
Las casetas de vigilancia de incendios del Parque Natural son instrumentos imprescindibles de la lucha contra el fuego y, además, extraordinarios miradores para goce de todos los que suben hasta ellas. Hace cuatro años y medio, la Consejería de Medio Ambiente sustituyó las viejas vallas de madera de la mayoría de ellas por otras metálicas que convirtieron estos miradores en una suerte de patéticos gallineros. El cambio era imprescindible por razones de seguridad, pero al optar por la solución más barata se destrozaron lugares emblemáticos de estas Sierras con un desconocimiento total de su importancia como recurso turístico. Además, los propios trabajadores que hacen guardia en estas casetas se quejan de que algunas vallas son tan altas que les produce mareo tener que mirar constantemente a través de la rejilla, y refieren el miedo que pasan cuando hay tormenta eléctrica, porque a pesar de los pararrayos, las estructuras metálicas de estas vallas "sueltan chispas".

Hace más de cuatro años que envié una carta al anterior Director del Parque pidiéndole que se subsanase  este grave problema. No recibí contestación. Desde entonces, que yo sepa, sólo en la caseta de Navalperal se ha vuelto a colocar una valla de madera, y ha sido hace muy poco. Era uno de los lugares más escandalosos, porque suben bastantes senderistas, y la gente que ya conocía el lugar se quedaba atónita cuando veía el gallinero.

En la última reunión de la Junta Rectora del Parque volví a pedir que esto se solucione, y la Directora-Conservadora se comprometió a estudiar el tema. Espero que las casetas se traten como deben. Ante todo, por el bien de los trabajadores, que pasan en ellas sus solitarias jornadas haciendo un trabajo fundamental para la comunidad (y aquí ya no se trata sólo del exterior de las casetas, sino de dignificar su interior). Pero además, las casetas deben ser tratadas como un patrimonio de toda la ciudadanía y como un recurso del Parque, porque todas y cada  una de ellas son pequeñas joyas desde las que se disfruta de paisajes que tocan el corazón.

A veces se despilfarra mucho dinero público en planes de fomento turístico poco realistas, mientras se dejan en el olvido recursos que están ahí desde hace décadas o siglos, que son baratos de restaurar y mantener y que cumplen una función básica para el turista y el vecino que quieren disfrutar de estas Sierras: casetas de fogueros, viejas casas forestales, fuentes, senderos, torreones medievales, refugios de pastores, eras comunitarias, hornos vecinales, acequias, albercas, puentes, paratas, caleras, calderas de espliego...Todo un patrimonio que nos está llamando a gritos y que se va al garete ante nuestros ojos. Día a día. Así que, después de tantos años de oír repetir lugares comunes sobre el "desarrollo rural endógeno" y la "puesta en valor del patrimonio del Parque", creo que lo primero que hay que poner en valor es la propia idea de "puesta en valor". Más que nada para saber de qué estamos hablando, porque puede llegar el momento en que no haya ningún patrimonio que poner en valor, salvo de manera virtual.

En este foro podéis ver otra referencia al asunto de las vallas de las casetas de fogueros, con fotos del antes y el después del desaguisado. 


La  carta antes referida era esta: 

Orcera, 16 de junio de 2006
Sr. Director del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas:

Recientemente se han instalado vallas metálicas de protección en algunas casetas de vigilancia de incendios. Esta actuación es oportuna desde el punto de vista de la seguridad, pero ha resultado estéticamente lamentable, ya que, por su altura y por los materiales con que están hechas, afean los lugares en los que están ubicadas y, lo que es peor, impiden ver limpiamente el paisaje. Puede comprobarlo en las fotos que le envié por correo electrónico el 17.06.06.
Con esta actuación, que no está a la altura de lo que se espera de un Parque como el nuestro, se han transformado miradores emblemáticos en corrales, produciéndose una drástica pérdida de la calidad estética de dichos enclaves, que está siendo valorada muy negativamente por quienes los visitan, tanto turistas como habitantes de la zona.
En consecuencia, Ecologistas en Acción solicita la pronta sustitución de dichas vallas metálicas por otras de madera, de manera que se concilie seguridad con estética.

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