En la Sierra de Las Villas abundan los carteles como el que muestra la foto, publicada por Bernardo Chinchilla Mata en el Facebook de Amigos del GR 247 Sendero Bosques del Sur. Es de agradecer que se avise a la gente del peligro que está corriendo. Y también convendría recordar que por los montes y caminos públicos de la Sierra puede haber en cualquier momento gente caminando, o cuidando sus ovejas, o pedaleando, o cabalgando, o buscando setas, o haciendo fotos, o comiéndose una tortilla, o echándose una siesta gorrinera, o mandando whatsapps al novio, o censando gambusinos, o pensando en Babia, o viendo crecer la hierba... todo ello dentro la más estricta legalidad vigente, por lo que se rogaría a las personas aficionadas a la actividad de la caza que extremen las precauciones para que no ocurran accidentes que, sin duda, son las primeras en intentar evitar, pero cuyo riesgo es inherente a dicha actividad de toda la vida de Dios.
Este asunto debería hacer reflexionar algún día a los gestores del Parque y a la Consejería de Medio Ambiente sobre la necesidad de hacer realmente compatibles los diversos usos -todos ellos respetables- en un Parque Natural que tiene la particularidad (y la suerte) de contar con gran cantidad de montes públicos y de caminos públicos en montes privados, y en el que hoy por hoy es difícil hacer algo tan simple como caminar sin ir asustado durante buena parte del año. Hasta ahora, las propuestas hechas por Ecologistas en Acción -que contemplan la caza como un uso más- no han sido aceptadas.
Y ya que estamos, recordemos que precisamente en la Sierra de Las Villas fueron destrozadas
bastantes balizas de señalización del GR 247 a los pocos días de ser
instaladas. Con lo fácil que es respetarse y lo a gusto que se siente uno haciéndolo.
Foto: Bernardo Chinchilla Mata